FAQS

El único requisito es que esté correctamente vacunado y entregarnos la cartilla sanitaria mientras esté en la residencia.

Según la legislación, este perro o gato se considera abandonado y se puede sancionar administrativamente al propietario. En primer lugar nos ponemos en contacto con el propietario para que venga a recogerlo. Si no lo hace cursamos una denuncia por abandono ante la Generalitat de Catalunya que procede administrativamente contra el propietario. Por otra parte ponemos una demanda civil en el juzgado para cobrar el importe de la residencia al propietario. La mayoría de estos casos suelen ser personas que han cambiado de domicilio y es difícil localizarlas. Transcurridos 20 días sin que el propietario lo haya recuperado, el animal se considera legalmente abandonado y se puede poner en el programa de adopciones para conseguirle un nuevo propietario.

Puede escoger uno o varios en la página web y venir a verlos para acabar de decidirse. Antes de entregárselo en adopción rellenará un cuestionario para que valoremos si es un candidato adecuado. Si así resulta firmará un contrato compromiso de normas de buen cuidado del animal adoptado y de las condiciones en las que se realiza la adopción. El animal se le entregará correctamente vacunado, desparasitado, identificado con microchip y esterilizado y tendrá que abonar el coste de todo ello que son 150 €.

En general una vez al día, a las 21 h. Para los casos especiales, por ejemplo cachorros, ancianos, dietas especiales, el número de veces que el propietario nos indique.

Tiene que empezar cuanto antes. A partir de las 7 semanas de vida el cachorro inicia su capacidad para controlar los esfínteres. No quiere decir que a esa edad ya tenga que hacer sus necesidades en el sitio adecuado. Está empezando a controlar, pero aún no lo consigue todas las veces. A esa edad aún no podrá salir a la calle hasta completar su plan de vacunación hacia las 14 semanas. Hasta ese momento puede enseñarlo a hacer sus necesidades sobre unos papeles de periódico, llevándolo a éstos cuando le vea que va a hacer algo y recompensándole con caricias y elogios cuando lo haga en el lugar correcto. Pronto aprenderá que es allí donde hay que hacerlo. Pero tenga en cuenta que a veces fallará y se le escapará en otro sitio. Si lo ve en el mismo momento puede corregirlo llevándolo al lugar adecuado. Si no lo ve en el momento no pierda el tiempo corrigiéndolo pues el cachorro no lo va a entender. Cuando se haya completado su plan vacunal y empiece a sacarlo a pasear, dele largos paseos para que tenga tiempo de que le entre gana de hacer algo y recompénselo cuando lo haga. Si lo ve despistado y espera volver a casa para hacerlo, no se desespere, es lo que había aprendido a hacer hasta ese momento. El tránsito casa a calle lo puede hacer dándole a entender el nuevo lugar donde debe hacer sus necesidades con la ayuda de los papeles de periódico, sacándolo a pasear y poniendo en el suelo los papeles de periódico. Eso indicará al cachorro el nuevo lugar donde hacerlo y cuando lo haga le elogia y le recompensa. Paulatinamente retira los periódicos y el aprendizaje se habrá afianzado.

Cada animal es un mundo y hay que ver cada caso en concreto. En líneas generales, podemos decir que a partir de los 7 meses es un buen momento para iniciar el adiestramiento en obediencia.

Nosotros no estamos deseando “colocar” a los animales como el que se quiere deshacer de un mueble viejo. Buscamos adoptantes responsables, que se hagan cargo del animal, que lo quieran y lo cuiden. Desgraciadamente el dinero no da el cariño, pero solamente el cariño no da de comer, y cuando entregamos un perro o gato en adopción queremos asegurarnos que comerá, que si se pone enfermo será atendido por un veterinario y podrá costearse el gasto de las medicinas del tratamiento o de la intervención quirúrgica. Pensamos que alguien que no está dispuesto a pagar las vacunas y el chip de un perro que adopta, posiblemente no está dispuesto a costear un gasto futuro y no lo consideramos un candidato adecuado para adoptar. Como en todo, hay casos especiales, ancianos con escasos medios económicos que necesitan un animal para que les haga compañía y les mitigue su soledad sintiendo que cuidan a un ser vivo. En estos casos, avalados por una asistente social, o por conocidos, o cualquier persona que merezca nuestra confianza, no solo hemos entregado animales en adopción de forma gratuita y con todo pagado a nuestro cargo, sino también haciéndonos cargo de los gastos veterinarios y de los tratamientos que en el futuro pudiera tener con ese animal adoptado.

Lamentablemente no podemos recoger todos los perros que están abandonados en cualquier municipio. La Ley establece que es el Ayuntamiento el encargado de recoger y cuidar a los animales abandonados en su término municipal. Los Ayuntamientos pueden dar el servicio por sí mismo o establecer colaboraciones con entidades protectoras de animales para que lo realicen en su nombre. Ese es nuestro caso. Deberá ponerse en contacto con el Ayuntamiento y explicarles el caso. Si es un Ayuntamiento con el que tenemos convenio de colaboración (están todos ellos relacionados en la web) nos avisarán a nosotros y pasaremos a recogerlo.

Se empieza la jornada a las 8 con la limpieza de los boxes. Mientras, los perros están en el patio jugando o corriendo por grupos de afines según el criterio de clasificación que hizo el psicólogo a la entrada. Esta salida dura unos 90 minutos y están controlados por sus monitores. Los paseos se vuelven a repetir a las 13 h unos 20 minutos y a las 18 h unos 60 minutos, cuando acaba este último paseo llega la hora de la comida y a descansar hasta el día siguiente.

En estos momentos estamos en plena remodelación del espacio de los gatos, por lo que hemos trasladado su estancia a una torre particular cercana. Se empieza la jornada a las 9 h con la limpieza del box, de la tierra y mientras los gatos están por el patio. La mayoría de los gatos que acuden a la residencia están esterilizados y no suele haber conflictos entre ellos para compartir el patio. Los gatos tienen la comida permanentemente en su box al igual que su cajón de tierra, por tanto, los vamos entrando y sacando de su box al patio por grupos para que puedan comer, beber y hacer sus necesidades. Esto nos permite controlar si alguno de ellos no come lo suficiente o la cantidad de orina o heces que emite es insuficiente.

Los boxes están dentro de lo que marca la legislación vigente: 6 m2 para un perro grande. No obstante, si los perros estuvieran permanentemente encerrados en ellos, nos parecería un espacio insuficiente, pero el box se usa para descansar y para comer, el ejercicio se realiza en el patio 3 veces al día en paseos de 90, 20 y 60 minutos respectivamente, con lo cual el ejercicio está asegurado y presenta la ventaja de que se establecen relaciones sociales entre los perros, muy necesarias para el buen equilibrio psicológico.

sircan faqs